Hacer tazas con arcilla es una forma de conectar con el mundo artesanal. No hace falta ser un experto para comenzar: con ganas de aprender y un poco de paciencia, cualquiera puede crear una hermosa taza desde cero. Esta guía está pensada para quienes quieren iniciarse en el mundo de la cerámica de forma clara, paso a paso.
En cada etapa encontrarás instrucciones sencillas y prácticas para que el proceso sea lo más fluido posible: desde sentir la arcilla entre las manos hasta ver cómo tu creación sale del horno con colores brillantes.
Así que si alguna vez soñaste con tomar tu café en una taza hecha por ti mismo, estás en el lugar correcto. En Superprof aprenderás cómo hacerlo desde el inicio hasta el final, con consejos útiles y un lenguaje amigable para que no te pierdas en tecnicismos.
1. Amasar y preparar la arcilla

¿Cómo hacer tazas de cerámica en casa? El primer paso es preparar bien la arcilla antes de trabajarla. Se hace con fuerza pero sin desesperarse: aplasta la arcilla sobre una superficie firme y pliégala varias veces, como si estuvieras doblando una toalla.
Amasar ayuda a eliminar burbujas de aire que podrían hacer que rompa en el horno.
Existen distintas técnicas para amasar, pero una de las más comunes es la de espiral o “cuello de cisne”, que consiste en girar la masa mientras se presiona. Lo importante es lograr una textura uniforme, suave y sin grietas.
Una vez lista la arcilla, forma una bola del tamaño que necesites para tu taza. Si quieres agregar un asa, guarda un poco de arcilla aparte.
Lee nuestra guía introductoria a la cerámica si quieres saber más acerca del material, o seguir con instrucciones para hacer tazas de cerámica más grandes o avanzadas.
2. Moldear la taza (a mano o con torno)

Puedes hacerlo a mano, usando la técnica del pellizco, en la que hundes el dedo pulgar en el centro de la bola de arcilla para hacer tazas y vas girando y apretando suavemente para formar las paredes. También usa placas o churros (rollitos de arcilla) si prefieres un método más estructurado.
Si tienes acceso a un torno, prueba esa técnica también. Centra la bola de arcilla en el torno y, con las manos húmedas, dale forma desde el centro hacia arriba.
Sea cual sea el método, asegúrate de que las paredes tengan un grosor parejo y que la base esté bien unida. Si vas a añadir un asa, moldéala aparte y déjala reposar un poco antes de pegarla a la taza. Usa barbotina (arcilla líquida) para unir y alisar las uniones con cuidado.
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3. Secado y primeras correcciones

Una vez que la taza está moldeada, hay que dejarla secar lentamente. El secado debe ser gradual para evitar que se agriete. Lo ideal es cubrirla con un plástico o trapo húmedo durante los primeros días y luego dejarla al aire libre hasta que esté completamente seca.
Este es el momento perfecto para hacer pequeñas correcciones en la cerámica para hacer tazas que elegiste. Lija con una esponja húmeda o una lija fina para suavizar imperfecciones, quitar marcas de dedos o emparejar el borde.
Cuando la taza ya no tiene humedad (esto se llama “estado de cuero”), está lista para el primer horneado.
Si la tocas y ya no se siente fría al tacto, significa que está completamente seca. Este paso es crucial: nunca pongas un algo húmedo en el horno, ya que podría explotar.
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4. Primer horneado (bizcochado)

El primer horneado se llama bizcochado y convierte la arcilla seca en una creación dura y resistente. Este horneado se hace a temperaturas que suelen estar entre los 900 y 1000 grados Celsius.
Durante este horneado, la pieza cambia de color y textura. Esta cocción dura varias horas y debe hacerse de forma lenta, subiendo la temperatura poco a poco para evitar que se quiebre.
Una vez enfriada completamente, tu taza ya se puede manipular con más seguridad. Ahora está lista para la parte divertida: la decoración y el esmaltado, que le darán color, brillo y ese toque especial que hace que cada objeto sea único durante tus clases de cerámica en Bogotá.
5. Decoración y esmalte

Con la pieza ya bizcochada, es hora de sacar el pincel, las ideas y jugar con el color. Pinta con óxidos, engobes o esmaltes, dependiendo del efecto que quieras lograr.
El esmalte es un líquido que, al hornearse, se transforma en una capa vidriosa. Puede ser brillante, mate, transparente o de colores.
Este paso no solo embellece la pieza, también la vuelve impermeable. Asegúrate de seguir las instrucciones del tipo de esmalte que uses en tus cursos de cerámica, ya que cada uno puede tener distintos requisitos de aplicación y temperatura.
6. Horneado final

El segundo horneado, también llamado horneado de esmalte, se hace a temperaturas más altas, entre 1000 y 1300 grados Celsius, según el tipo de esmalte y arcilla.
Este horneado fija el color, da el acabado brillante (o mate) y sella la taza para que sea segura al usar con líquidos. El proceso toma varias horas, incluyendo el enfriamiento. Es importante no abrir el horno hasta que esté completamente frío para evitar choques térmicos.
Cuando por fin abres el horno, ves tu taza terminada —cada detalle, cada color, cada curva hecha por ti—. Podrás usarla para tomar café, té o simplemente para adornar tu casa con algo único.
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Técnicas creativas para decorar tus tazas
Una vez que domines lo básico de cómo hacer tazas de arcilla, puedes empezar a experimentar con técnicas decorativas más creativas.
- El esgrafiado, por ejemplo, consiste en raspar el engobe para crear dibujos antes del primer horneado. Queda genial y es muy relajante de hacer.
- Otra opción es la transferencia de imágenes: imprime un diseño con óxidos cerámicos y pasarlo a tu taza como si fuera una calcomanía.
- También usa sellos, esponjas o incluso hojas naturales para crear texturas y patrones sorprendentes.
¿Se puede hacer cerámica en casa sin horno?

Sí, es posible iniciarse en la cerámica sin tener un horno especial en casa, aunque con algunas limitaciones. Existen opciones como las pastas de secado al aire, que no necesitan cocción y permiten hacer pequeñas figuras, adornos o incluso seguir la guía de cómo hacer tazas si son decorativas. Estas masas son fáciles de trabajar, se secan solas en unos días y pueden pintarse con témperas o acrílicos una vez endurecidas.
Si no usas un horno, tus piezas no serán resistentes al agua ni al calor ni podrás usar tu taza para tomar café. Tampoco podrás aplicar esmalte, ya que este necesita temperaturas muy altas para fundirse y formar esa capa protectora.
Para quienes quieren empezar desde casa y aprender sin complicaciones, existen pastas de modelar especiales para niños o principiantes (no olvides leer acerca de porcelana para hacer tazas). Son blandas, seguras y vienen en varios colores. Aunque no sustituyen a la cerámica tradicional, son una excelente forma de practicar formas, texturas y diseños antes de dar el salto a técnicas más avanzadas.
Eso sí, si te atreve, la haces y tu taza está lista y horneada, lo ideal es que también sea segura para el uso diario.
Si te gustó nuestro artículo sobre cómo hacer tazas en casa y quieres completar la vajilla, continúa con el paso a paso para crear tus propios platos, ¡especialmente diseñado para ti!
Me encantó yo quiero aprender es mi mayor sueño
Hola Gladys
¡Qué lindo que la cerámica sea tu sueño! 🥰 Te animamos a dar el siguiente paso y contactar a un profesor en Superprof. ¡Seguro te ayudará a avanzar y disfrutar aún más! 🏺