La mitología azteca es una de las tradiciones más complejas de Mesoamérica, por lo que es digna de estudio en nuestras clases de español. Con un panteón amplio y una narrativa épica, los mitos aztecas ilustran la cosmovisión, las creencias y las prácticas religiosas de este poderoso imperio que dominó gran parte del actual México antes de la llegada de los conquistadores.
Desde los relatos de creación hasta los dioses poderosos y sus rituales de veneración, estos mitos explican el mundo antiguo, siendo hoy en día inspiración para la cultura moderna. Aprender y apreciar la mitología azteca nos permite conectarnos con un pasado glorioso y comprender mejor las raíces de muchas tradiciones y creencias actuales.
En este artículo exploraremos la estructura de la mitología azteca, sus influencias en el territorio y los países modernos donde se asentaron los aztecas.
Orígenes y estructura
Panteón de Deidades
El panteón incluye numerosos dioses y diosas, cada uno con sus propios dominios, características y rituales asociados. Algunos de los más importantes son:
- Huitzilopochtli: Dios de la guerra y el sol, patrono de la ciudad de Tenochtitlán.
- Quetzalcóatl: La serpiente emplumada, dios del viento, la sabiduría y la vida.
- Tezcatlipoca: Dios del cielo nocturno, la adivinación y el conflicto.
- Tlaloc: Dios de la lluvia y la fertilidad.
- Tonatiuh: Dios del sol.
- Mictlantecuhtli: Dios del inframundo y la muerte
Cosmogonía y mitos principales
La mitología azteca describe la creación del mundo a través de varios soles o eras, cada una de las cuales termina en catástrofe. Estamos actualmente en el quinto sol que, según la profecía, también tendrá un fin.
La creación del mundo y los cinco soles
- El primer sol, Tezcatlipoca: En la primera era, el dios Tezcatlipoca gobernó como el sol. Sin embargo, su era terminó cuando Quetzalcóatl, envidioso, lo derribó. Tezcatlipoca se transformó en un jaguar y destruyó a los gigantes que habitaban la tierra.
- El segundo sol, Quetzalcóatl: La serpiente emplumada se convirtió en el segundo sol. Está era terminó cuando Tezcatlipoca lo derribó, provocando que grandes vientos arrasaran la tierra y transformaran a los humanos en monos.
- El tercer sol, Tláloc: El dios de la lluvia, Tláloc, fue el sol de la tercera era. Su reinado terminó cuando Quetzalcóatl hizo que lloviera fuego, destruyendo a los humanos, quienes se transformaron en aves.
- El cuarto sol, Chalchiuhtlicue: Chalchiuhtlicue, diosa de los lagos y las corrientes, fue el cuarto sol. Su era terminó en una gran inundación, transformando a los humanos en peces.
- El quinto sol, Tonatiuh: El quinto sol es el actual, gobernado por Tonatiuh, el dios del sol. Los aztecas creían que esta era también terminaría en catástrofe, y por ello realizaban sacrificios humanos para aplacar a los dioses y asegurar la continuidad del sol.
El mito de Quetzalcóatl
Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, es uno de los dioses más venerados y tiene varios mitos asociados con él. Uno de los más conocidos es su caída y promesa de regresar.
En este mito, Quetzalcóatl es el gobernante de la mítica ciudad de Tollan (Tula). Es engañado por Tezcatlipoca, quien lo embriaga y lo induce a romper sus votos de castidad. Humillado, Quetzalcóatl se exilia, quemándose a sí mismo y transformándose en la estrella de la mañana, Venus. Promete regresar algún día, lo que influye en la creencia de que un dios blanco y barbudo regresará, un mito que algunos asocian con la llegada de los conquistadores españoles.
El mito de Huitzilopochtli
Huitzilopochtli, dios de la guerra y patrono de Tenochtitlán, es una de las deidades más importantes del panteón azteca. Su mito de nacimiento es fundamental para entender la ideología guerrera de los aztecas.
Según la leyenda, la diosa Coatlicue, madre de los dioses, quedó embarazada de Huitzilopochtli al recoger una bola de plumas. Sus otros hijos, Coyolxauhqui y los Centzon Huitznahua, estaban furiosos y planearon matarla. Sin embargo, Huitzilopochtli nació completamente armado y derrotó a sus hermanos. Mató a Coyolxauhqui, desmembrándola y lanzándola desde la montaña de Coatepec, lo cual simboliza la victoria del sol sobre la luna y las estrellas.
El mito de Mictlan
El inframundo, Mictlan, es gobernado por Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl. El viaje de las almas al Mictlan es un mito que detalla el destino de los muertos.
Según la mitología azteca, después de la muerte, las almas debían atravesar nueve niveles del inframundo antes de alcanzar el descanso final. Este viaje era arduo y estaba lleno de obstáculos, incluyendo montañas que chocaban, vientos cortantes y un río que debía cruzarse con la ayuda de un perro. Los rituales funerarios aztecas estaban diseñados para ayudar al difunto en este viaje, asegurando que llevaran consigo las herramientas necesarias.
Los mitos y deidades influían directamente en la vida diaria, la estructura social y los rituales. Los sacrificios humanos, los festivales religiosos y las guerras floridas (guerras cuyo objetivo era capturar prisioneros para sacrificios) estaban enraizados en la cosmovisión y la mitología azteca.
Desglose territorial y países de influencia
El Imperio Azteca
El imperio Azteca, también conocido como la triple alianza, estaba compuesto por las ciudades-estado de Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan. Este imperio dominó gran parte del centro y sur de lo que hoy es México.

- México: El centro de la mitología azteca estaba en Tenochtitlán como epicentro, construida sobre una serie de islas en el lago Texcoco. Los mitos influyeron en la arquitectura, la política y la religión de la región. Las festividades, sacrificios y construcciones como el Templo Mayor reflejan estos relatos. Su extensión fue desde el Golfo de México hasta el Océano Pacífico, y desde el norte del Valle de México hasta el sur, incluyendo partes de Oaxaca y Chiapas.
- Guatemala: Aunque los aztecas no dominaron completamente Guatemala, quizás por la presencia predominante de los mayas, su influencia se extendió a través de redes comerciales y alianzas. Elementos de la mitología azteca se pueden ver en las interacciones culturales con los mayas y otras civilizaciones mesoamericanas.
- Belice: Aunque Belice estaba más influenciado por la cultura maya, las interacciones comerciales y posibles contactos con pueblos aliados o sometidos por los aztecas también podrían haber llevado elementos de la mitología y el arte azteca a esta región.
- Honduras y El Salvador: En menor medida, las rutas comerciales y las conquistas aztecas alcanzaron partes de Honduras y El Salvador. Estos contactos fueron principalmente a través de pueblos intermediarios que actuaban como puentes entre las diferentes culturas mesoamericanas.
Impacto y legado
- Cultura y tradiciones: La mitología azteca sigue viva en la cultura mexicana moderna. Festividades como el Día de los Muertos tienen raíces en prácticas prehispánicas. La iconografía azteca es evidente en el arte, la literatura y la simbología nacional, como el águila y la serpiente en la bandera de México.
- Arqueología y educación: Los sitios arqueológicos, como el Templo Mayor en la Ciudad de México, son testimonio de la grandeza del imperio azteca y de la rica tradición mitológica que sustentaba su sociedad.
- Identidad y nacionalismo: Para muchos mexicanos, la herencia azteca es una fuente de orgullo nacional. Los símbolos aztecas, como el águila devorando una serpiente (emblema central de la bandera mexicana), son recordatorios de la historia mitológica que forma parte del tejido de la identidad nacional.
La mitología azteca, aunque tiene un lugar de origen distinto y otro contexto cultural, guarda ciertas característica en común con mitologías como la japonesa y la celta, así como diferencias notables en sus narrativas, deidades y cosmovisión.
En Superprof hemos publicado varios artículos informativos que exponen los orígenes y el alcance de cada cosmología. Por ejemplo, cómo la creación del mundo en términos de ciclos y destrucción está presente en la magia y las hazañas de los dioses celta, o incluso, en los planteamientos del Kojiki y el Nihon Shoki, los libros más importantes de la cultura japonesa.
Estas narrativas antiguas abren el horizonte a creencias y valores de civilizaciones pasadas, demostrando las influencias perdurables que aún afectan el presente. Los mitos, vale la pena recordarlo, contienen lecciones morales, éticas y espirituales que pueden inspirar reflexiones pertinentes sobre la naturaleza humana y nuestras interacciones con el mundo.
No hay que perder de vista que todo tipo de mitología es omnipresente en la literatura, el arte y otros medios contemporáneos, proporcionando contextos y referencias que contribuyen positivamente en el modo en el que apreciamos la vida. No dudes en contactar alguno de nuestros especialistas si estás interesado en estudiar mitología, ya sea con el propósito de cultivar el pensamiento crítico, o solo por el interés de tener conocimiento acerca de distintas perspectivas y las similitudes que comparten estos universos.