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"Los hombres creen aquello que desean", Julio Cesar (-100; -44).
Si creemos que aprender lenguas antiguas, como el griego antiguo o el latín, es posible con unos meses de clases particulares latin, entonces es que deseamos profundamente aprender a hablar esta lengua muerta que ha dado origen a numerosas lenguas europeas.
La historia de la civilización romana, desde el reino hasta el imperio romano, es tan extensa como interesante, y la herencia que ha dejado en nuestra lengua materna -o en las otras lenguas vivas- no ha cesado, dos mil años después, de alimentar los debates en la enseñanza secundaria.
En efecto, el estudio de la lengua latina es para algunos beneficioso para muchos estudiantes, mientras que esta iniciación no resultaría demasiado útil para otros.
La enseñanza de letras clásicas no está destinada únicamente a formar latinistas que han aprendido de memoria el esqueleto morfológico de las palabras latinas: declinación y desinencia de las palabras, sistema gramatical, etc.
El aprendizaje del latín se dirige también a forjar una buena cultura general -desde la historia de la lengua latina en el Latium, en el Imperio Romano, hasta su expansión litúrgica por medio de la iglesia católica, pasando por la historia de la literatura.
En este artículo, Superprof ha preparado una presentación sucinta para que sepas todo del latín.
¿Por qué estudiar latín en el instituto?
En España, el estudio del griego y del latín viene determinado por los decretos de cada Comunidad Autónoma. En algunas, se establece que se cursen hasta cuatro horas de estas asignaturas en función de la etapa (Educación Secundaria Obligatoria o Bachillerato).
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Podemos hablar de cuatro grandes razones para aprender latín:
- Conocer mejor la civilización, culturas y lenguas oficiales de los países europeos,
- Progresar en lengua española,
- Mejorar los resultados escolares,
- Estimular una futura carrera profesional.
Como lengua universal de países en otra época bajo dominio romano, la lengua latina fue durante mucho tiempo la lengua vehicular del saber, la ciencia, el arte y los nobles que habían sido instruidos.
Estudiar latín en la escuela, significa aprender de memoria las seis desinencias que construyen la frase latina: nominativo, acusativo, genitivo, vocativo y ablativo.
Es esencial para la lectura de textos, así como para la traducción del latín al español. Es precisamente esta competencia gramatical la que abre las puertas a la comprensión de culturas del mundo antiguo.
Sabemos además que cada día empleamos el alfabeto español, compuesto por el alfabeto latino al que se le añadieron signos diacríticos.
Como resultado, la herencia lingüística da fe de una gran proximidad entre el español y el latín: muchas palabras del vocabulario latino forman parte del español que hablamos hoy en día.
Deducimos por tanto que conocer la sintaxis, la gramática latina y las raíces etimológicas de las palabras ayuda a mejorar los resultados escolares en la propia lengua (romance) -especialmente en ortografía, gramática española- y en otras asignaturas.
No decimos que aprendas primero el latín y luego el italiano o el francés, sino que con clases de latín para principiantes, el aprendizaje de lenguas europeas será más sencillo que aprender japonés, árabe o de mandarín.
Hacia el año 43, los romanos fundaron la ciudad de Londinium. Es fácil adivinarlo: Londes. Por herencia histórica, el 70 % del vocabulario inglés es de origen latino.
Si a eso le añadimos que en ciencias, matemáticas o en física y química, muchos términos vernáculos tienen origen latino, vemos que aprender latín resulta realmente interesante: los alumnos que estudian latín, tendrán una mayor facilidad para obtener buenas notas en sus estudios.
Muchas veces, hay que aprender a apreciar un aprendizaje interdisciplinar, sobre todo porque en 4º de la ESO, nadie sabe aún lo que será de su carrera profesional.
¿Y si las clases de latín sirvieran, in fine, para aprobar las oposiciones tras obtener un máster universitario en estudios literarios?
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La gran historia de la lengua latina
Siempre ha habido, en la Historia de la humanidad, mitos fundadores que reposan en creencias colectivas que permiten a un pueblo forjarse una identidad, una cultura común.
Nosotros -hispanófonos, con el español como lengua materna- evocamos a menudo el poder y el apogeo del Imperio Romano como los cimientos de nuestra cultura y de nuestro idioma.

Nuestro alfabeto latino se debe a la colonización de la península ibérica a manos del Imperio Romano.
Los primeros trazos escritos de latín fueron descubiertos en Roma y datan del siglo VII a. C.: es la fíbula prenestina.
No se pueden resumir de 25 a 30 siglos de historia de la lengua latina en unas páginas, pero demos algunos datos cronológicos:
- El latín arcaico (-700; -100): la cuna del latín,
- La edad de oro del latín clásico (-100; 14): el siglo de Augusto,
- La edad de plata del latín (14-130): el latín imperial, figura de la expansión del Imperio Romano,
- El latín tardío, o "bajo latín" (del siglo II al siglo VIII),
- El latín medieval,
- El latín humanista (siglos XV y XVI),
- El neolatín (el actual).
Si el idioma utilizado por los habitantes y las élites de Roma era el latín clásico -lengua de las artes, del derecho romano y de la Iglesia católica romana después de la cristianización y el abandono del politeísmo)-, el latín vulgar hablado por los colonos romanos evoluciona confrontándose con los dialectos "bárbaros" cuando el ejército romano se anexaba las provincias vencidas.
La expansión territorial del Imperio Romano -del Medio Oriente al Magreb, de España a los Balcanes- creó incluso influencias de la lengua latina en las lenguas germánicas y eslavas.
Es este juego de influencias y de impregnaciones sucesivas el que da nacimiento a las lenguas romanas de hoy en día.
Tras varios milenois de hegemonía universal en Europa, el latín se convierte en la lengua universal de la literatura y una multitud de escritores propagan sus ideas en latín: Séneca, Cicerón, Plinio el Viejo, Tácito, o Descartes, Erasmo y Newton en el Renacimiento.
Antes de la unificación de las lenguas romanas, existían innumerables dialectos regionales. De hecho, solo los hablantes latinófonos podían entenderse, lo que explica la larga longevidad del idioma latín incluso después de la caída del Imperio Romano.
¿Por qué el latín es una lengua muerta?
La unificación de los antiguos dialectos populares de la plebe (el latín vulgarizado difundido por los legionarios y las élites) suplanta poco a poco la lengua latina y los primeros se imponen como lenguas oficiales de los reinos de Europa.

Hoy en día, la lengua latina se considera extinguida. Pero ¿qué define una lengua muerta?
Hablamos de lengua muerta cuando ya nadie la habla: hoy en día, nadie habla latín como lengua materna.
¿Y entonces? ¿Qué provocó la muerte del latín?
Las causas son múltiples: razones históricas, culturales y políticas.
No obstante, el debate sigue estando abierto: algunos argumentan que el declive del latín está íntimamente ligado a la caída del Imperio Romano de Occidente en 476.
Primero, el latín deja de difundirse como única lengua de comunicación, dado que ya no hay que prestar juramento de lealtad y obediencia a la autoridad romana.
Luego, el latín dejó de utilizarse como lengua viva. A lo largo de los siglos, ninguna persona no eclesiástica podía comprender el latín: la Iglesia católica fue la única institución que conservó este idioma indoeuropeo como lengua oficial.
El abandono progresivo del latín y la valorización de la lengua nacional se convierte además en un medio para que reyes y emperadores se aseguren el poder, mediante la difusión de un sentimiento de pertenencia a un país y la materialización de una identidad nacional colectiva.
¿Cuáles son las lenguas surgidas del latín?
Cuando se aprende de forma autodidacta, no necesariamente nos damos cuenta de la proximidad existente entre el latín y las lenguas europeas.
De ahí, esta pregunta recurrente: ¿de qué sirve hablar latín en pleno siglo XXI?
De hecho, nos repetimos un poco: el latín constituye la cuna de las lenguas romanas occidentales y orientales.

Mediante la lectura de textos antiguos en latín o de cualquier inscripción latina, nos daremos cuenta de la gran similitud del latín con las lenguas vivas de hoy en día.
La hegemonía del imperio de Roma ha ocasionado un proceso de latinización en todas las provincias conquistadas de Europa. Hablar latín era, en el mundo antiguo, la única manera de integrarse en el seno de la sociedad.
Además, los romanos acordaban la ciudadanía a los hombres libres de las colonias romanas, lo que explica el alto grado de latinidad que perdura aún desde Portugal a Rumanía, desde España al sur de Italia.
Las lenguas derivadas del latín puedes clasificarse en tres grupos lingüísticos con raíces latinas similares:
- Las lenguas italianas,
- Las lenguas romanas occidentales,
- Las lenguas romanas orientales.
Las lenguas vivas de gran influencia derivadas del latín son el portugués, el castellano, el catalán, el occitano, el francés, el italiano y el rumano.
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