Escritor profesional te enseña a escribir ficción, a comprender lo que lees y a entender todo lo referente a la literatura y las humanidades.

La mayoría de cursos sobre escritura o técnicas narrativas se suele circunscribir a cuestiones meramente formales. No es que esté mal, pero muchas veces uno acaba teniendo la sensación de ser como un robot que tuviera que disertar sobre el alma. Con Enrique eso no sucede. Su formación como filósofo y su pasión por la literatura hacen que el hecho de aprender a escribir sea como un viaje de continua superación. No te ofrece pescado, que pudiera. Te enseña a pescar. Su capacidad de observación, su conocimiento de la materia que trabaja, su vasto número de lecturas y su increíble sentido del humor, hacen de él un profesor extraordinario. Con Enrique uno acaba viviendo la literatura. Que es en definitivas de lo que se trata.

Creatividad a mil y capacidad de fusionar realidad y fantasía, manejo del lenguaje y de la sicología de entretener.

Filôsofo, sanmarquino, hâbil artesano de la palabra y sobre todo observador empedernido, Enrique Carro tiene cualidades ya no digo solo para escribir, sino que ostenta capacidades narrativas que bien valdrîa dejarlo compartir. Eso sin tener en cuenta su personalidad, que, como profesor (y por que lo conosco) sé bien que no es fâcil dejar de escucharlo.